jueves, 15 de marzo de 2012

¿ Matemáticas y Arte? Una recomendación de lujo


El arte se ha instalado en el mundo. De eso no hay dudas. Pero… ¿cómo hace un niño para acceder a él? ¿Cómo hace un niño sumergido en su maravilloso mundo de juguetes para conocer a Matisse? Alguien debe presentárselo.

Una lectura de Un paseo matemático por el museo, de Majungmul y Yoon-Chu Kim (Ediciones Iamiqué), “un libro que genera en su propuesta lúdica la posibilidad de acercarse con más profundidad a la historia del arte pictórico.

Los adultos tenemos esa responsabilidad, casi cultural, de acercar a los niños todas las opciones de arte posibles. Sobre todo aquellas de magnífica calidad. Menuda responsabilidad la de todos aquellos cuya tarea es la de difundir el arte por el mundo. El interés siempre partirá del niño. Los adultos somos meros puentes entre la curiosidad y la magia, entre la maravilla y el encuentro. El arte guarda una historia, y algunas de las más increíbles obras no han sido admiradas por la perfección de sus pinceladas o por la majestuosidad de sus personajes.
El arte guarda una historia que merece ser contada. Y a los niños les agrada escuchar estas historias. Comprender por qué en algún museo del mundo un cuadro poco agraciado como la Mona Lisa sonríe burlona ante millones de flashes que rebotan contra su suerte.
Quizás no se trate de la pintura en sí, sino de los caminos que ha recorrido esa obra para llegar hasta allí. A los niños les agrada escuchar las anécdotas sobre esos viajes. Un pintor que se corta una oreja y se muere sin saber el legado brindado a la humanidad. Un paisaje triste. Una escultura sin brazos pero con alas. Relojes que derriten el tiempo. Retratos de hombres de fruta. Perfiles cubistas. Paraguas punteados. Una guerra mural. El beso.
El arte es una fuente exquisita de preguntas para los niños. Y aunque algunas de esas preguntas jamás encuentren respuestas, también es una fuente exquisita de inspiración para los niños. Durante mis prácticas docentes, aquellas que al finalizar me convertirían en una maestra de jardín lista para ejercer la profesión, presenté ante las maestras evaluadoras de una sala de cinco años mi proyecto de arte o planificación.
El proyecto consistía en mirar obras de los más grandes pintores y artistas plásticos de todos los tiempos. No fue aprobado. Las pinturas nunca pudieron ser mostradas y los pomos de témperas, los crayones, los óleos y las cartulinas no pudieron ser puestos en práctica. ¨Elevado¨, me dijeron. Tu propuesta es elevada para la edad. ¿Existe una edad para maravillarse, para saber mirar? ¿A qué edad los ojos aprenden a ver, las manos a sentir y el alma a emocionarse? No hace falta que enuncie una respuesta.
Algunos años más tarde, con mi título en mano y mis propios alumnos de un jardín rural carenciado, donde había hambre en los ojos y hambre en el corazón, se me saltaron las lágrimas cuando un alumno me dijo que dibujaría algo así como ¨El pez dorado¨ de Klee y otro anunció que haría su propio autorretrato como lo hizo Van Gogh. Nunca se los propuse. El interés partió de ellos y debe partir de aquel que aprende o desea aprender. Los maestros somos simples mediadores entre lo que existe y lo que quieras hacer con aquello que existe.
Iamiqué editó un libro que no es de cuentos, pero relata la historia de una familia que visita un museo y juega con la matemática escondida en los cuadros. Las imágenes son bellas, la edición es de una calidad agradable en color y nitidez y la selección de pinturas funciona para lo que promueve el libro: descubrir en las diferentes técnicas usadas por los famosos pintores, números, figuras geométricas, puntos, líneas, distancia, perspectivas.
Es un libro que genera en su propuesta lúdica la posibilidad de acercarse con más profundidad a la historia del arte pictórico. En algunas de ellas las partes formarán un todo. En otras, la imagen dependerá del lugar desde donde se mire. En otras aparece el tiempo, la trama, la vida. El color de aquel que quiso prestarnos los ojos para mirar el mundo. Un paseo matemático por el museo es mucho más que un paseo matemático.
Ofrecerá al lector la posibilidad de poner en práctica el uso de las inteligencias múltiples, incluidas aquellas que promueven la razón y la emoción del alma.


* Majungmul es una palabra coreana que remite al agua que se vierte en las viejas bombas de balancin, para que se inicie el bombeo. El grupo Majungmul trabaja con la esperanza de que sus libros provoquen en los niños lo mismo que ese primer impulso.

* Yoon-Chu Kim nació en la ciudad de Seúl en el año 1969. Estudió Arte Industrial en la Universidad de Seúl y luego se mudó a Londres para perfeccionarse como ilustradora. Actualmente dicta clases a estudiantes universitarios, con quienes dialoga, según dice, a través de sus dibujos.

domingo, 11 de marzo de 2012

SERES FANTÁSTICOS


Así fue nuestro taller integrado.

El sábado compartimos una mañana que comenzó por la lectura de relatos y caracterizaciones de los más exóticos seres fantásticos a los que después les dimos otra dimensión creándolos con tiras de telas de colores, círculos y bastones confeccionados de papel de diario.
Finalmente, nos propusimos encarnar a esos seres poniéndolos en escena. Fue un trabajo maravilloso donde los chicos dieron un paseo por los distintos lenguajes que podemos utilizar a la hora de expresarnos teniendo en cuenta que nada es fragmentario y que los diferentes aprendizajes se van enlazando unos a otros.
Gracias a todos los chicos que participaron y a los papás que nos los confiaron y que creen en nuestro proyecto.
Los esperamos próximamente en todas las actividades que vamos a ofrecer este año en curso.