lunes, 31 de enero de 2011

"El unigénito" de César Vallejo

Ayer un familiar me entregó en mano “ El unigénito” un cuento de César Vallejo que el diario La Capital de Rosario sacó en una serie que se llama: Grandes Narradores Latinoamericanos

Esta persona, con la mejor voluntad de encontrar una respuesta explicativa, una opinión respetable que supuestamente debía venir de mí me exhortó a leer el cuento y me dijo: “ después me decís qué pensás vos porque nosotros no lo entendimos” . Siempre que me pasan estas cosas se me revuelve algo adentro y termina saliendo a flote la docente que llevo, mal que me pese, en lo más profundo de mí .

Me pregunto por qué todos queremos entender, que nos quede clarito, nada de confusiones, dos más dos son cuatro y si viene con moraleja o lección moral, mejor. Por qué no podemos tomar la vida así como viene, como se asoma, sin tantas explicaciones. Hay cosas que no se entienden, que se incorporan, se disfrutan, simplemente se sienten. Eso es la literatura. Pienso también si este buen hombre cuando convivía entre los vanguardistas en París y escribía los versos de Trilce que luego fueron editados en Lima, pensaba en el entendimiento, nada más lejos que entender a Trilce.

La misma crítica vallejiana existente desiste en su empeño de reducir a términos de la lengua normal las imágenes inimaginables de esa poesía sumamente compleja. No es posible la existencia de una coherencia discursiva en estos relatos elípticos.

“El unigénito” es sin duda una alegoría religiosa en la que un niño demasiado bello e inocente es el fruto de un amor platónico y puro entre los protagonistas del cuento: Nérida del Mar y José Matías. Es una parodia de la religión en la que se pone en ridículo el amor casto del relato bíblico de María y José.

A través del lenguaje plagado de ornamentos del modernismo, Vallejo nos cuenta una historia pura en extremo en la que durante diez años un hombre ama a una mujer a la distancia y cuando logra el más mínimo contacto físico de un beso, muere a sus pies. Más tarde, aparece en el cuento este hijo único producto del amor que nunca se ha consumado físicamente. Vallejo ironiza sobre la celebración que hace la religión de la espiritualidad alejada de los sentidos propiamente humanos.

Podríamos decir que esta es la “explicación” que podemos encontrar en cualquier libro de crítica literaria pero que en realidad no hace demasiado a la magia de Vallejo porque a Vallejo hay que sentirlo, como cuando nos encantamos con un tema musical en otro idioma y nos llega al alma aunque no sepamos qué dice. A Vallejo hay que degustarlo como cuando uno saborea un bocado exquisito, en estas ocasiones raramente se pregunta cuáles son sus ingredientes, simplemente se deja llevar por las sensaciones del gusto y lo disfruta.

Una de zombis - Columnistas - Perfil.com

Una de zombis - Columnistas - Perfil.com

viernes, 28 de enero de 2011

miércoles, 26 de enero de 2011

Los mares de Valentín

Literatura Infantil Recomendados.

Los mares de Valentín

¿Qué leemos a nuestros niños?


Un niño necesita una literatura que lo forme estética y vivencialmente, que le proponga mensajes de vida, una literatura que lo ayude a pensar, a cuestionarse, que le ofrezca, a través de sus temáticas, la posibilidad de elección, de alternativas, no que lo dirija y le diga quiénes son los buenos y quiénes los malos.
La literatura no " sirve para" enseñar nada. La literatura enseña por sí misma, porque es arte.
Y esto lo tiene que tener claro todo adulto que ofrezca un material literario a los niños. Por eso pretendemos que en la escuela o en los talleres de cuentos se les brinde y cultive el placer de la lectura, decodificando un mensaje que los motive y los movilice.

lunes, 24 de enero de 2011

LITERATURA Y DOLOR

"La literatura es una defensa  contra las ofensas de la vida" escribió el italiano Cesare Pavese en El oficio de vivir. No está demás en estos tiempos repetírselo a uno mismo, apretar un libro contra el pecho, luego abrirlo y dejarse arrastrar  por ese ejército de lenguaje liberador.
¿ Por qué la mayoría de los buenos textos habla de la muerte, del dolor, de lo irreparable? Porque quizás, en la literatura misma está la reparación. Cuando Cervantes, en el Quijote dice:  " Donde hay amor hay dolor", uno se alivia de inmediato, como si hubiera bebido un té de yuyos mágicos. Leer sutura. El lenguaje urde sus propias consignas para la sanación. El dolor es la geografía y la escena. Es la amenaza y la confirmación. Entonces allí están las palabras para reconstruir la historia. No es necesario  escribir para descargar o elaborar. La lectura, el contacto con la escritura lúcida de otrros nos convoca a apropiarnos de esa escritura y, al nombrarla, la inccorporamos como pertenencia, " Al leer no buscamos ideas nuevas- continúa Pavese-, sino pensamientos ya pensados por otros, que adquieren en la página un sello de confirmación. Nos impresionan las palabras de los otros que resuenan en una zona ya nuestra- y que ya vivimos- y que al hacerla vibrar nos permiten apresar nuevos atisbos en nuestro interior"
Está bien que intentemos vencer el sufrimiento, pero también admitamos su belleza.  
María Malusardi.

sábado, 22 de enero de 2011

Dar de leer

Con la misma intención  que damos de mamar a nuestros hijos deberíamos darles de leer, con la misma  insistencia que ponemos  en  que se alimenten de nuestro cuerpo deberíamos nutrirlos emocionalmente a través del relato.
 Desde el momento en que llegan a nuestros brazos necesitan que les contemos  quiénes son,  quiénes somos nosotros y  a qué mundo llegan. Eso ya es hacer literatura. Ese relato simple se llama " texto primigenio" y ese texto es la base del desarrollo del pensamiento simbólico que vendrá posteriormente.
Cuando cantamos canciones de cuna o recitamos algún verso popular que nos ha sido transmitido de generación en generación estamos creando los cimientos para que ese pensamiento crezca y al mismo tiempo estamos mostrando una cultura, una herencia que nos han dejado y  con la cual nos identificamos. 
Es necesario continuar ese camino a través de las páginas del libro y no pensemos en el moderno  libro álbum  lleno de brillo y accesorios. Es momento de revalorizar el relato, la historia. 
Quizás podamos comenzar por contarle a los chicos nuestras propias historias  para que   puedan sorprenderse imaginando nuestra infancia. Busquemos relatos en los que ellos puedan inspeccionar sus miedos y vivir sus aventuras a través de la piel de los personajes.
 Como seres humanos sujetos del lenguaje,   tenemos necesidad del relato, tenemos hambre de saber acerca  de nuestros antepasados  para construirnos a nosotros mismos. 
 Como dice Yolanda Reyes en su libro La casa imaginaria: "a través de las voces de otros el niño va en busca de su propia voz"
Es por eso que consideramos fundamental la inclusión de la literatura dentro de la educación inicial del niño,  quizás nunca tan importante como entonces.

jueves, 20 de enero de 2011

1º Muestra Anual. Noviembre de 2010

Taller experimental de arte para niños


Taller de pintura al óleo


Taller de Teatro


Taller de iniciación musical



Taller de guitarra

El Staff